sábado, 17 de abril de 2010

an attempt

hola, son las tres y treintaynueve y sonrei de madrugada. ¿la razón?. tú. existes. podría decirte las cosas más estremecedoras, estás caliente y hueles demasiado bien. pero eres tú, existes, eres una dimensión fascinante tras esos ojos, ese cuerpo, esas ganas de vernos que hacen latir las agendas y los móviles.

cumplir agendas y cumplir latidos. estás en la agenda y ya en mi cama. podemos ver cómo te acercas sigilosa hacia mí, como calculando el paso, como haciéndote la conquistadora. son estupideces, abandona la lucha. son otros los que hacen el trabajo. son otros los que te han puesto en este lugar y no te has dado cuenta que otros hilos te tejen y te trasladan hacia el lugar luminoso que se construye con el contacto de una piel y otra, la que quieran en el otro lado de la luna. eres un bonito títere del destino, próximamente en retiro para animar las tardes primaverales. acaricio tu pelo y me acerco a tu oído izquierdo. te digo palabras digitadas por una fuerza indeterminada. no te hablo de ilusiones. te hablo de fuerza, de que estarás conmigo aquí, esta noche, y también en los atardeceres lindos que prometen los días venideros. garraspeas y me excita, me acerco más a tí y tus manos a mi cintura, que la miman y la sacuden de cansancios. me das permisito para decirte que te amo, me devuelves un te amo que en mi caso no está sujeto a autorización, nos cogemos de la mano porque hay tramos qué recorrer, arrancas de mí palabras movidas por hilos, los hilos te hacen decir otras que me elevan a las dimensiones que forzadamente queríamos ir antes de conocernos, y, finalmente, nos vamos a dormir luego de abrir las puertas de la percepción con llaves dulces y celestiales como el manjarcito del Mars en mi paladar.

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