lunes, 26 de abril de 2010

paracetamhol

Una noche larga. Días confusos. Esta casa es un pasadizo donde convive la gata que sigilosamente se esconde en cualquier rincon de esta covacha. Ha llegado el hermano de mi compi de piso, que también es compi de piso, equilibra las relaciones, es joven, peluconazo, parece buena onda y de mejor energía que esa mezcla de house-donramon-charleschaplin con actitud de estar más allá del bien y del mal (en realidad está en el mal pero va de trascendente y de líder), con pinta de poperillo desvencijado, ropa vieja pero con pretensión sexy, zapatillas de colores de chibolos que desentonan con el pelo gris, guitarra en mano esta vez con Virtual Insanity durante dos días.

Ha llegado la hora del undostres.

1. Hay cosas que, en contextos caóticos como éste, verdaderamente no tienen precio. Como por ejemplo ir a comprar panecillos crocantes, una bebida ciertamente tóxica (limón de marca blanca carrefour), y la gloria de la ensalada de cangrejo "Do It". Tomar la circular bolsita de carrefour en mano y llegar al espléndido Retiro. Tirarme en el pastito a mirar una de las lagunas, hacer y comer mi lonche picnic de las siete de la noche bañada por un sol alucinante, rodeada de un par de alemanas que me miraban con cara rara mientras intentaban entender frases elementales del español de sus clases. Lo mágico: esa ensaladilla de cangrejo en mi paladar, el oboe del cubano que tocaba a pocos metros de donde estaba, el saldaña de Rayuela con frases claves y motivadoras. Caminé un poco para buscar un baño que nunca encontré, pero sí encontré gente y turistas sonriendo, el cubano al que una española le decía "pero si mi hijita"(una bebita de 3 años) es medio cubana, y el viejo gritándole COMPATRIOOOTA en un alarde de orgullo nacional que casi retorna el cangrejillo a mi boca.
2. La okupa deluxe se ha revelado. Ahora espera impacientemente el coche (ya lo tiene identificado) de la Isabel Pantoja Hippie. Segura estoy de que regresará en estos días, y le debo un conchesumadral de plata. Huiré porque no tengo con qué pagarle. Me iré pitando. O me quedaré para darle una garantía de que le pagaré. Jeje. Sartenes por mangos, cinismo deluxe, kaka descarriada.
3. Hija de puta. Por partida doble. Nadie va a atropellar mi libertad. Tiraré con varias, me sacudiré de miedos, saldré con algunas, término plural. El amor es una cuaima y no quiero caer. No quiero que me ganen la partida. Aquí estoy, poniendo el pechito, narrando anécdotas, buscando ligues, pensando en que se puede equilibrar con los proyectos encaminados. No he tomado la decisión de abandonar un país árido en chicas para terminar rascándome los ovarios. Es cierto que hay mucha mierda, que no siempre prima la calidad, pero escoger el arrocito, mamita, y ya lo verás. Besar muchos sapos para encontrar a la princesa que me mira y me mira.
4. Hoy me encontré 10 pesetas, un single rarazo de Olivia Newton John, gobelinos, un sofá, un mouse, un joystick nuevecito, un portaminas, un portaligas, una gorra negra, unos lentes oscuros de montura azul, un engrapador totalmente operativo. Me daba asco remover lo que había abajo (estaba tapado por una manta con manchas de caca), pero seguramente habían cosas así de bonitas, nuevas e interesantes.

bye. ¿dormiré?

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