jueves, 25 de marzo de 2010

Bothering stuff

- La dueña del piso, sí, la Isabel Pantoja hippie y sus pseudociencias, preguntándome cuándo regreso "a mi tierra", si tengo o no nostalgia (esa enfermedad imaginaria que contamina el alma), and dwelling here, cuando me habían dicho que sólo estaría tres días al mes, or so. No es mala onda pero no creo que sea bonito vivir con el dueño del piso. Si ya tener compañeros es de por sí pesado... cómo sueño alquilar algo para mí. cómo sueño.
- Insisto, la hipocresía del bus gerontomóvil: "siéntese", "no, ME BAJO ENSEGUIDA". mierda para todos. Falsos. TODOS quieren replantigarse.
- El clima, que en simbiosis con mi cuenta bancaria y la jaqueca que me aqueja these days me generan unas ganas de patear a alguien.
- La mentalidad retorcida de algunos abogados sudacas (y compris posiblemente algunos españoles, por obvias razones) que copian la mentalidad retorcida yankee y encima la mezclan con su propio subdesarrollo también moral (ver anterior post). Todo lo que hay que hacer para eructar cevichito gourmet cada fin de semana y pagar tarjetas de crédito que consumen en el Jockey Plaza. Qué cutres. And I insist: la gente muriéndose de hambre... mientras su idiotez inconmesurable no trasciende su "mentalidad-antisprite" (la imagen es todo).
- Ando de un pesimismo brutal. Sobre todo en materia amorosa. Y se lo comento a todo el mundo, no sé si como para que tengan pena de mí, o como muestra de mi poderosa resignación. O para provocar en ellos, básicamente, que me digan "ay, no digas eso, ya vas a ver que encontrarás a alguien", seguir con mi pesimismo pero debajo de la mesa soñar y soñar, abrazar almohadas todas las noches, para luego decepcionarme y luego seguir con mi discursete de última. Estoy casi segura de que es un fantástico mecanismo de defensa, pero ya seguir entre el lodo y comer de él es de un patético total.
- Mi terapeuta me ha abandonado totalmente y no tengo formas de comunicación más "apremiantes". Eso tiene su lado positivo: A veces pienso que a los problemas hay que enfrentarlos como los machos, sin ayudita. Para escandalizar a algunos: egocéntricamente. No tengo de momento otra manera, ni otros utensilios: sólo mis huesos.
- Si no fuera por la música, la proximidad primaveral (proximidad, aún no ha llegado del todo señores), el entusiasmo que trato de mantener respecto de ciertos sueños, y algunos espacios para la catársis como este blog, ¿qué sería de mí?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario