lunes, 8 de marzo de 2010

Apagón y multitasking

Una pequeña tragedia me ha alejado temporalmente de la bitácora esta, pero tres carajeadas y unas monedas y asunto solucionado. Claro que he estado escribiendo, la catársis es imprescindible y más en tiempos como estos, pero ce n'est pas la même chose, stp. Aunque el tonto consuelo clasicón es decir pero claro, hay que redescubrir la magia de la tinta. Cuando tienes que mudarte 10 veces al año esa magia desaparece, o en el mejor de los casos adquiere una dimensión secundaria, se desmagiza si cabe / existe el término.

Ahora estoy en un piso de la refurinfunflay, súper bien ubicado, cerca de los lugares en los que quiero estar. Una alineación especial de los planetas ha permitido entrar aquí sin pagar ni un céntimo, sólo a base de promesas (que felízmente ya cumplí). Cuando me suceden estas cosas, me siento como una OKUPA DELUXE, pero cuando tienes al "okupado" enfrente tuyo y convives con él, ya nada te parece bonito y a pagar. No sólo por la incomodidad con cara de culo que no quiere decirte, vestido de frac, "págame hija de puta", sino por mi propia intranquilidad insostenible y mis deseos de hacer cosas dentro de un marco bienvibroso.

Pagar. Esa fue la intención desde siempre, pero es que ahora jugamos fulbito con las latas de coca cola. Y este deporte no es deporte sino un arte doloroso y complicado de llevar adelante, construyendo edificios sobre la sólida roca de la mentira piadosa bien estructurada. Hoy metimos gol y ya me puedo ir a dormir luego de, claro está, compartirles la incidencia.

Por lo demás tengo frío. Y un frío de mierda. Hoy la península es una nevera. Digamos que Barcelona la parte de la congeladora y Madrid la zona donde guardas las verduras y la leche. Nevera al fin y al cabo. Chullo en mi cabeza, bufanda en el cuello, guantes no sino cómo demonios escribo.

Los datos más saltantes del barrio son:

1. Veo el palacio real nada más bajarme de mi casa. En un magnífico carrefour desnivelado, perfecto para la imagen nocturna.
2. Todo esta cerca, tengo un día a'lao. Lamentablemente con un cajero marica con 3 piercings y brackets que no sabe ni sumar. Sus compañeras southamerican-ash, Lady y Mariella, le enseñan hasta el cansancio cómo abrir una caja. Con cara de puta que aparenta que el sexo que tuvo anoche fue forzado pero que a todas luces se nota que le gustó hasta la última gotita, el tontuelo se ríe, hace un gesto ibérico que posiblemente equivalga a nuestro oops, se toca la cara con la manito gay, y dice "yo es que no sé cómo manejar una caja, jjiji" (y sigue allí, con cuatro millones de parados-ok, yo personalmente creo que la cifra, si bien existe, tiene unos matices que te cagas -4 millones que reciben más dinero que yo, que no estoy parada-sino medio varada-, en un mes- es un floro mediático ...pero ¡cuatro millones de parados maricónnn!, y tú nosabesmanejarunacaja-jeje.
Encima no sabe pesar una cebolla, me la pesa al valor de 1 kilo. Cuando me quejo, empieza a decirme "pero mira qué cebolla!", pasando sus manos de arcoiris suavemente sobre la cebolla, intentando justificar un sobreprecio obsceno y producto de su imbecilidad, sobre la base de una supuesta belleza de la cebolla. Y la enorme cola que suelen tener los dia's pedía su linchamiento y mi aniquilación por revoltosa. Incomodé.
3. Me quedo boquiabierta con la posibilidad de tener a la sala La Riviera A CINCO CUADRAS DE MI CASA. Me quiero matar cuando veo un estado de cuenta que impediría mi presencia en dicho centro de entretenimiento musical.
4. Sueños de bicicleta: Desde aquí puedo irme en cleta a almost everywhere in the city, salvo pues, digamos, Canillejas, Móstoles, Vallecas o Arganda del Rey.

bye bye babies, abundaré lueguín.

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