sábado, 13 de febrero de 2010

descriptiva, como en las típicas bitácoras.

El choleskine del día será como los de toda la vida. Enumerativos. Enunciativos pero nunca, nunca taxativos. Emotivos como el de aquella que amó su carrera y no fue correspondida. O que ansió un amor y ni siquiera apareció. Emo de mierda, pues. A ver a ver:

1. El joven empleado que me da acogida en este piso humilde de Madrid (humilde, pero que pareciera ser un piso elegante comparado con los que hay en los lugares más coquetos de mi ciudad de origen), no lo tiene con calefacción. Una ola de frío llega a España, una ola de frío polar que entra desde el norte por los pirineos, que deja intacta la lluviosa Galicia, y que llenará de chubascos el sur de la península. Sí, sí, todo me lo sé, veo la CNN en español versión primermundista, el Telebrinco pepero, TVE1, etc. Ya me estoy adaptando a la necesidad de saber de meteorología, la vas tomando con el correr de los días, sabes cuál es la naturaleza y consecuencias de la próxima nube, te enteras de todo. La amabilidad del clima de Madrid da paso a la más cruenta lucha, armada con bufandas, chullos de los que debería vender Renzo Choller, abrigos de diverso tipo... ¿si el hombre es telúrico, serán así sus habitantes?.

2. Ayer hablaba con Carolina, mi amiga manchega, que vive en un pueblito y es lesbiana. Ella, que suele ser alegre, jovial, anoche era un cúmulo de quejas contra todos los activos participantes de la actividad favorita de su pueblo: la chismografía. Dice que no la dejan en paz, que no aceptan su crecimiento personal, que les corroe su felicidad, y, lo más RIDICULÍN, que el zapatero del pueblo, de 40 años, está picón porque ella, de 20, está empezando una carrera de mando medio (lo que aquí llaman el FP) pero dice que "pasa de ellos", igual se queja, refunfuña, ladra, y me deja con la mala vibra respectiva. No creo que le falte razón: pueblo chico, infierno grande. Ella dice que eso, usando la terminología meteorológica, "ocurre en toda la península" (¿y baleares y canarias?). No le quito algo de razón, en lo que llevo conociendo a la gente de este pueblo (en sentido lato), pero tampoco me atrevo a generalizar. Lo que sí, recolecto experiencias, miradas, visiones, y no puede dejar de molestarme algo, alguito: el sarcasmillo de medio pelo que muchos utilizan aquí para maltratar intentando tener estilo (yo los pillo, no les liga). O la sorpresa por cosas que a varios latinoamericanos de cierto nivel social nos parecen habituales. O la predilección por el uso de determinadas frases, que reflejan el ethos que exportaron cuando la colonia: "anda ya", "de qué vas", equivalentes del "qué te has creido" imputado al que quiere superarse y que, por diversas razones, el cerebro y el alma (?) de varios quiere ver siempre en el mismo lugar, porque es mujer, porque es lesbiana, porque es inmigrante, porque es gitano, porque es todo menos un WSC. Yo sostengo que no hay que relacionarse con gente de cierto nivel emocional/intelectual (ese mix que no sé cómo definir en palabras concretas, en 140 caracteres), no por elitismo, sino por autoprotección, por alergia a lo tóxico, por liberarnos. Pero muchos españoles, frente a esta actitud, tienen la frase sarcástica perfecta para ensayar una lastimosa agresión, perfecta, bien construida, que a un espíritu inteligente pero poco mosca pueda afectar, knockear. En pocas palabras, el fontanero ilustrado, el envidioso que ha leido periódicos bien redactados, el carroñero bien papeado, que cuando chico iba a parques bonitos y que no tiene esa disruption que tenemos los "shudamericanosh", pero que poco más... nunca ha viajado y no tiene esquina, podrías decir say no more pero para decirlo enfáticamente y cerrar círculos con esto, hace falta, insisto, que no te knockeen con el SARCASMILLO ILUSTRADO que no llega a ironía ni por 10 cuerpos (you will NEVA be an english), pero que no es una brutalidad, que tiene lógica interna y hasta a veces rima. Para que no te cojan unaware, 1. Pregúntate ¿y este a quién le ha ganado -CV, méritos, idiomas, calidad moral-?, 2. Nunca pienses que porque es blanco, guapo, usa buenos perfumes y se viste bonito es una persona que quiere lo mejor para tí. Parece lógico darse cuenta de ello, pero nos suele agarrar por sorpresa, porque el racismo es algo que hemos internalizado a nivel global.

Eso le dije a Caro, lo entendió, igual no sé por qué no tengo ganas de verla. Había olvidado ese tipo de actitudes, ahora que voy de autista.

3. ¿Qué hacer con UN EURO una tarde de sábado?. Olvídate de los parques si estás bajo cero. Olvídate de los bares si tu cuenta está en cero. Tu compi de piso limpia con histeria la cocina y eso te loquea. Las otras compis de piso, the asian lesbians, disfrutan de un vino mientras se acarician para darle la bienvenida al año del tigre con un buen salto del tigre. La compu explotó porque la has utilizado desde las 8am y careces de cooler. Se te ha antojado un dulcecito. Vamos, se te ha antojado hacer una compra pero no puedes. Recuerda que tienes tres euros, dos para tus pasajes del lunes (mañana domingo caminarás hacia tu cita con tus próximos compis de piso), y uno, UNO, para la disposición.

Fui al Día del barrio pobre en el que vivo, lleno de gitanos, señoras que se juntan para andar y demás yerbas. Una multiculturalidad que el primer día refresca, pero que luego da igual. Entré, lleno de señoras que se juntan para ir de compras y tomar el fresco, me sentí patética al no poder comprar esas flores tan bonitas que costaban 1.50, también patética al no poder comprar las cuétaras oro de un euro treinta, y más patética aún al no poder comprar un vino barato con qué paliar la noche y no envidar a las torteras del cuarto contiguo, que toman vino caro en su pequeño cuchitril. Decidí comprarme un keke de 80 centavos, que no estaba mal y que encima invité a mi compi de piso, lo que sobró lo INVERTI en una cabeza de ajos, comprada a un chino que me la dejó a 20 céntimos (contra los 28 que pesaba). Esa cabeza de ajos me permitirá prepararme fideitos con aceite de oliva que no den tanta pena.

He llorado por esto.

Luego se me pasó.

Luego volví a llorar cuando mi mejor amiga me enseñó comentarios homófobos de un maricón no asumido que se hace pasar por chicas para conocer hombres.

Luego volví a llorar cuando vi los comentarios en la República, sobre los gays y la boda simbólica en le parc de l'anamour.

Luego hablé con dos amigos de Chile que me hicieron sentir muy bien.

Luego vi que en mi antigua cuenta de Ad Sense tenía, por clicks, 21 céntimos.

(disculpen the disturbing ads shown by this disturbing blog, lo siento, tengo que comprarme otra cabeza de ajo).

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