hoy te cuento que estoy aquí

saltarina rebuscada
invisible de los metros
cereales expectantes
ritmos que se quedaron en silencio

absurdos y con creces
nuestros miedos
absurdos por goleada
nuestros medios

¿te pediré perdón por mi silencio?
¿por mi terror a las demasiadas palabras?
ya hace mucho que he venido, no he anunciado mi llegada
no me he sentido para tus abrazos preparada.

porque las carreteras
los aviones
nuestras demasiadas palabras
los libritos de febrero
mi pánico a las relaciones
tu scotch brite acechante
mi no tenerlo claro
tu no sé qué.

son profundos estos lagos en la luna
donde ya hemos navegado y tú lo sabes
y no lo admites
y no puedo decir tu nombre ni hacer un hueco en la pared
para abrir la puerta para jugar

hay una mano que te desnuda
esa misma mano que se entrega en cada noche que pudo haber sido mía
esa mano que te roza imperceptiblemente en el metro
esa presencia que respeto
que porque respeto me aleja
que porque me aleja me duele
un poquito, nomás, pierde cuidado,
pero tu sombra regresa, hoy la manejo mejor
y la manejaría mejor contigo si respetaras
estas alas que te quieren cubrir mientras mi boca te muestra
los globos y serpentinas prometidas cuando el miedo acuchillaba.

hoy te cuento que destruyo los momentos
me engullo las gotas de rocío ya troceadas
me hermano con el territorio del día a día
y, a veces,
te extraño.

hoy te cuento que he pensado en tí
que el madrid diseñado, casi bosquejado
para nuestros sueños
está en la palma de mi mano
de esa mano precisa y perfecta para una piel que no conozco
para tu piel
para un terreno real que no conoce de rencores absurdos
de violencias simbólicas pero baratas
de zafiedades
que recuerda el celular recalentado y las conversaciones infinitas que llegaron a su fin.
sitúate en el eterno retorno
pacifica tus tempestades
déjame correr en el campo de las aventuras
déjame pronunciar la palabra felicidad en la humedad de tus labios
como haciendo globitos
como riéndonos de la orden de alejamiento que una fuerza macabra impuso entre ls ds.