una espina nel cuore, vi serviamo con amore...!

ayer desperté temprano, y como hoy, con las gotas de lluvia, que han jodido la semana en madrid. mientras tanto yo, tratando de desafiar con una sonrisa los escollos que la vida me impone en esta etapa de la línea de mi mano izquierda. en fin, tratando de ni pensar. tratando de ser optimista también, el paripé de olvidar me sale, y muy bien, aunque eso vaya generando el impedimento casi absoluto de pensar en escribir, como un cliché. ya sabes, el escritor no puede leer autoayuda (coelho), el abogado no puede ser colorido (camacho perla), el golfista no puede haberse tirado a casi todo el personal (el tigre de las maderas), el sacerdote no puede ser puto (el hetero al servicio de tu felicidad manchego).

en resumidas cuentas, lo cierto es que lloro, pero al mismo tiempo no puedo dejar de ser entusiasta y soñar con un futuro mejor. no para mi país, que tampoco soy estúpida (y quizás tampoco tenga país) pero sí para mí misma.

ayer me iba a las clases circunstanciada porque toda tarde de lluvia a eso obliga. asqueada de tener que tomar, como tutti i giorni, el enlace moncloa-legazpi y el resto de la circular (si no es contradictorio). casi robotizada con ello. al final me alegró constatar que podía tomar la amarilla directamente y sin temor a nada, sólo con un mínimo cambio al final.

en el trayecto, que para vuelta de mi incomodidad, me tocó soportar parada y viendo a todo tipo de seres y especies (chonis hablando de su última conquista, domésticas con olor a fritura exótica, entre otros), a dos huevonas con pinta de pijas provincianas empollonas -=chanconas- (parecían de La Rioja o Zaragozana, de esas pijas provincianas orgullosisisísimas de haber sido au pair en Inglaterra y con ganas de repetir o hacer perenne tan cosmopolita experiencia). una era igualita a esa cantante (?) llamada chenoa, pero con naríz operadísima, y la otra era un buñuelo de rulos repleta de granos. asquerosa. ambas vestidas de "desigual" (flores asquerosas de colores partout). la chenoa del demonio tenía en el pelo hiper lacio y castaño ciertos rayitos medio rojizos. la cosa es que el buñuelo le dice a chenoa (hablándole del trabajo, del cual parecían haber salido, por la hora y por la actitud): "oye y esa chica era sudamericana no?", y la chenoa le responde "era colombiana", y el buñuelo repregunta "pero no era marrón?". MARRÓN. jajajaja. más estúpida e ignorante, porque en colombia la gente es mestiza pero no hay mucho porcentaje de "marrón" en la población, étnicamente hablando. después el buñuelo le comentaba a la otra que de chiquita había tenido un peluche al que había llamado LATINO, y que se avergonzaba de haberle puesto así.

como estas no eran más estúpidas por falta de vitaminas, las empecé a mirar con mucho más asco que el que ellas aplican para mirar a los marrones, se paltearon feo y bajaron la cabeza. creo que tengo poderes.

en la antesala de la clase conocí a una nueva alumna, también pija, con quien hablamos un buen rato. mucho mejor estilo para vestir, una cartera muy mona, una hermosa sonrisa, respetuosa y tranquila, química al conversar con ella, chévere conocer gente nueva. mientras tanto la sofía mulánovich no marrón (pero tampoco mulánovich) lucía la consabida media cola y unos aretes con la imagen de una virgen. horroroso.

desde el principio ha debido ser muy simple: dividir a los humanos entre buenos y malos y ya está. donde el buen y mal gusto se entrecruzan en estas categorías (a veces el mal gusto tiene que ver con la catadura moral). digo cosas al azar, como monedas de 1 céntimo de euro que arrojamos a la fontana di trevi.

saliendo de clase me fui a dejar un cv por ai, caminando por Prosperidad bajo la lluvia. decenas de dominicanos struggling con capucha reggaetonera, viejas madrileñas de cuño quejándose, catalanes saliendo de un hotel de lujo, el sundae de Mc. Donalds que no puedo comprar, la camisa rematada por rebajas que tampoco puedo comprar (de cincuenta a seis euros), y mi final perdida, bajo la lluvia, en parque de las avenidas. muy triste pensando en mi pasado, en mis never back before, y también en mi inmediato futuro. pensando en ella como estos días, y pensando en que ella no me quiere ver, pensando en que no puedo tener pareja. pensando en mi felicidad.